Exposición temporal que se realizó en el Museu Valencià d'Etnologia.
Gracias a su condición de personaje de historieta, la vida de Pumby ha sido seguida, apreciada, aplaudida y disfrutada por varias generaciones de niños y no tan niños de nuestro país y parte del extranjero. Pumby nacería en una rígida plancha de once viñetas planificada en pequeñas celdas cuadradas que se romperían para ofrecer al lector un clímax emocional en la escena final, eligiendo su autor -y teniendo en cuenta lógicamente las características de la publicación - el gag visual como medio de expresión narrativa.
Su autor, Josep Sanchis Grau, aún estaría lejos de ser el creador de inimaginables reinos de raíces cuentísticas. Su inagotable fantasía, su pasión por la acción sin límites no reñirían jamás con el humor y la sensación de placentero bienestar que muestran sus historias. Una sonrisa ingenua y trasnochada, si se quiere, es la que nos ofrecen ahora aquellas viejas viñetitas, pero marcan un precioso inicio para una prometedora serie en el mundo de los tebeos españoles.