Concierto de la cantautora Lucía Sócam
Lucía Sócam lleva años dedicado letras a contar vivencias de personas que fueron perseguidas o asesinadas por el franquismo. Cuenta que hay canciones participadas en las que le han hecho llegar textos, historias, poemas... donde se habla del exilio, de la Guerra Civil, la post guerra, el desamparo de muchas mujeres, niños robados... “Episodios escalofriantes que sucedieron en diferentes puntos de España” y que lo peor de ello es que “fueron verdad”, puntualiza.
Su forma de trabajo es entablar conciencia entre la sociedad, ya que la música es un arma que, según expone, quizás por ser más amena consigue llegar a amplios sectores. A personas que quizás no hayan leído libros de memoria histórica o que no acudan a debates... es un método para transmitir estas historias por medio de melodías.
Para la cantautora, lo más grave de la historia de este país es que a día de hoy no se han condenado estos actos, lo que no permite que haya justicia. Además, el silencio que se ha transmitido de generación en generación cree que es fruto del miedo y de los traumas sufridos por estas personas.
Sócam cuenta cómo a través de las asociaciones de memoria histórica de su pueblo, Guillena, en Sevilla, descubrió que su abuelo estaba en la lista de las personas que habían sido víctimas del franquismo. Señala que no sabía que había estado en la cárcel y que poco a poco consiguió que sus tías mayores “con las ventanas bajas y en voz muy bajita” le contaran algo sobre ello, “pero tampoco mucho”, indica.
La profesional de la música cuenta que la vida de su abuelo no fue nada fácil: huyó de su pueblo, hizo defensa en Madrid como pudo y luego lo destinaron a la Batalla del Ebro. Más tarde, fue detenido en Castellón y encarcelado en un campo de concentración. Además, este no fue el único miembro de su familia represaliado, también otros hermanos de su abuelo fueron asesinados y una tía abuela suya por el hecho de “saber leer”, asegura.
Para la cantautora, el hecho de tomar conciencia de lo que le había ocurrido a sus familiares y vecinos de su pueblo le motivó a aportar su granito de arena a través de sus composiciones. Y es que en Guillena, en el año 1936 habitaban 3.000 personas y de ellas desaparecieron 200. Por lo que “es difícil la familia que no tiene un familiar que ha sido víctima del franquismo”, asegura.
Acceso: Entradas anticipadas a través de http://entradesvalencia.com/ el martes anterior a cada sesión y de manera presencial en el punto de información del Centro Museístico La Beneficencia desde media hora antes de cada función.
Importante: antes de hacer la reserva de entradas, hay que registrarse en la plataforma si no se está previamente: