La exposición recoge en treinta piezas la evolución de los cómics de prensa americanos de la primera mitad del siglo XX. Son todas ellas obras míticas de maestros indiscutibles del género
En la primera mitad del siglo XX, y durante muchos años, la publicación de tiras o páginas de cómics en los periódicos fue un intento de enganchar al público lector y aumentar las ventas. Al fin y al cabo, eran tiempos donde no había muchos de los entretenimientos actuales. La publicación de tiras de prensa se hacía, en general, en dos formatos. El primero era la tira diaria horizontal en blanco y negro. El segundo era la página dominical, que aparecía en un suplemento a color. Las dominicales solían ir a toda página o casi toda, y reservaban un espacio para otra serie que servía para completarla. Con los años se modificaron porque pudieron publicarse a toda plana, a media o en un tercio, según las necesidades de los diarios que las publicaban.
Esta exposición presenta a algunos de los autores y personajes más famosos e importantes del género, referentes indiscutibles de generaciones posteriores. En el cómic de aventuras tenemos desde el dibujo más realista y fotográfico (Foster, Raymond), hasta el más expresionista (Caniff, Robbins), sin olvidar estilos tan personales como el de Gould. Y en el estilo humorístico tenemos Herriman, Bushmiller o Schulz, voces muy personales y que han enganchado a generaciones de lectores.
"Seguro que el visitante reconocerá con aprecio algunos de los personajes presentes. Unos personajes y unos autores que continúan publicándose y continúan, por lo tanto, siendo modelo para los futuros profesionales del género y sobre todo continúan divirtiendo y emocionando al público lector por un motivo muy simple: son clásicos"— Jaume Vaquer
El visitante puede ver cómo en los primeros tiempos se tendía al humor y al costumbrismo para, a partir de los años treinta, ver llegar un aluvión de personajes de aventura, con un estilo de dibujo más realista, de géneros diversos: el selvático (Tarzán), la ciencia ficción (Flash Gordon), las gestas de guerra (Terry y los piratas, Johnny Hazard), los caballeros medievales (Príncipe Valiente), el western (Cisco Kid), policíaco (Dick Tracy), superhombres (El Hombre Enmascarado, Mandrake), etc.
A partir de finales de los años cuarenta comenzó una cierta decadencia, puesto que los distribuidores obligaban a que las historias de continuidad no duraran más de tres meses, impidiendo las historias largas que habían existido hasta entonces y que podían durar más de un año. Igualmente, obligaron a que las páginas dominicales se pudieran montar en varios formatos según las necesidades de los periódicos. Todo esto supuso una complicación muy grande para los autores que repercutía en su narrativa. A pesar de esto, en esos años todavía surgieron nuevas y grandes obras, casi todas dedicadas al humor, la sátira o el costumbrismo: desde la melodramática Juliet Jones a la personalísima Pogo, pasando por la posteriormente impresionantemente popular Peanuts, la tira protagonizada por Charlie Brown Carlitos y Snoopy.