Iconos de los Cárpatos de Polonia de los siglos XV-XIX. Iconos del siglo XX al arte de Jerzy Nowosielski
Dentro de los actos de conmemoración del Año de Polonia en España, el Museu de Prehistòria i de les Cultures de València La Beneficència acogió la exposición Luz de Oriente, que recorre cuatro siglos de arte religioso polaco a través de 60 iconos históricos de la zona de los Cárpatos. También se exhiben algunas piezas contemporáneas en un conjunto que destaca por su preciosismo.
La exposición ofrece "un reflejo fiel del espíritu del pueblo polaco, que siempre ha respetado toda las creencias y religiones", señaló en la presentación la embajadora de Polonia en España, Grazyna Bernatowicz, según recoge Europa Press.
Tablas, lienzos, trípticos, cruces y otros objetos empleados en la liturgia componen la exposición, que ocupará el espacio de la antigua sala Parpalló hasta el 19 de enero.
Los iconos ponen de manifiesto el "preciosismo" del arte de la Europa Oriental, así como el carácter "multiétnico" y "multicultural" del patrimonio artístico de Polonia, agregó la embajadora.
Los fondos de la muestra, de hecho, dan testimonio de las distintas confesiones que se han desarrollado en tierra polaca -ortodoxos, católicos, judíos y protestantes-, además de diversos grupos étnicos y que han dejado un huella en el patrimonio artístico polaco.
Los iconos que se crearon entre los siglos XV y XVIII en la región de los Cárpatos suelen denominarse carpatianos o lemkovianos (zona que abarca territorios dentro de las fronteras de Ucrania y Polonia). Normalmente eran realizados por los pintores que vivían en el ambiente local. Junto a las piezas históricas se exhibe una serie de obras del artista contemporáneo Jerzy Nowosielski cedidas por la galería Sloviana de Cracovia, que representan escenas como La última cena, el bautismo en el Jordán e imágenes del Cristo pantocrátor.
Los denominados iconos, pinturas sobre tabla, tienen su origen en los ídolos, en los retratos funerarios y en los dípticos imperianles de la antigüedad. Surgieron "en el seno del arte copto y triunfaron popularmente por encima de las representaciones faraónicas e incluso ptolemáicas-helenísticas", explica en el pequeño catálogo de la exposición la profesora de Historia del Arte María Teresa Serraclara. Para los antiguos cristiano-orientales, el icono (palabra que procede etimológicamente del griego eikón, que significa semblanza) era sinónimo de retrato de Cristo, de la Virgen o de cualquier santo o personaje celestial. A través del arte bizantino se extendió por Europa, siendo su mayor momento de apogeo en el siglo XV.