El estudio de la historia de la fiesta de moros y cristianos nos lleva a observar la importancia de elementos como el religioso, el militar o el político en su origen y evolución. Aun así, es el elemento lúdico, articulado alrededor de la acción transgresora, el gusto por el espectáculo y la práctica de la sociabilidad, el que ha posibilitado su permanencia a lo largo de los siglos así como su evolución hacia el modelo definido como moderno, aquel que desde mediados del siglo XIX, alrededor del acto de la entrada y la estructuración del colectivo festero en filaes y comparsas, fue configurándose en Alcoy y buena parte de las poblaciones de su entorno, como también su espectacular expansión más allá de este núcleo originario a partir de las décadas de 1960 y 1970.
Este trabajo se presenta como justificación y defensa de la diversión en la celebración en tanto contrapunto necesario a la propia función representativa de la fiesta. Como un llamamiento a la Filà de Dionisi, para que año tras año siga formando escuadra en la fiesta.