NUNCA ME VENÍA BIEN

La soltería como estado ambivalente entre el arrepentimiento por no haber tenido descendencia
y el bienestar por la decisión de no haberse casado. Mujeres abiertamente desinteresadas por los
hombres, donde los miedos (al sexo, al matrimonio, al vasallaje) junto a la culpa por no haber cumplido la norma, pero también las decisiones firmes o el libre albedrío, además de condiciones de enfermedad, dibujan un universo de soltería alternativo al matrimonio lleno de matices.