El SEAT 600 es uno de los elementos que permanecen ligados a los años 60 del pasado siglo en el imaginario colectivo de diversas generaciones de españolas y españoles. Un emblema de las transformaciones económicas y sociales de la España de esa década. Su aparición en el mercado coincide con un período de la historia de España muy concreto: el fin de la Autarquía y los inicios de las nuevas políticas económicas impulsadas por el Franquismo a partir de 1959, con el Plan de Estabilización de ese mismo año y Los Planes de Desarrollo que tuvieron lugar entre 1964 y 1975.
Uno de los pilares en los que se basaron estas nuevas políticas económicas fue la industria automovilística, su impulso permitía crear puestos de trabajo al tiempo que se proporcionaba a las clases medias y a los trabajadores la compra de vehículos. Es en este contexto cuando nace el SEAT 600, con la idea de sacar al mercado un coche asequible al alcance de aquellas clases sociales que, hasta el momento, no habían podido acceder a la propiedad de un vehículo propio.