Está pero no se ve
Aquello que no se ve es tan importante como lo que se ve. A veces más. Los valencianos y las valencianas no hemos sido solamente habitantes de las barracas de la huerta, como muestra el tópico. La mayor parte de nuestro territorio es tierra de secanos y de montañas, que ha generado una cultura específica adaptada a un entorno nada fácil.
Una forma de vida singular tan invisible a los ojos de la mayoría como lo son sus protagonistas. Hablamos de un territorio olvidado, huérfano de sus usos y actividades tradicionales, que ocupa un lugar secundario en los planes de futuro.