Como sucede en todas las culturas, las valencianas y los valencianos se enfrentan a un futuro identitario indefinido, en debate permanente entre un mundo culturalmente cada vez más homogéneo y el deseo de mantener costumbres y prácticas que se consideran propias y que les arraigan en un territorio y a una sociedad.
Todas las identidades culturales —desde la valenciana hasta la europea— están sujetas a contradicciones, a tensiones y a carencia de unanimidad. Mientras hay quien las ve como un hecho positivo, hay otros que las detestan; mientras algunos defienden solo la suya, con postulados excluyentes, otros prefieren la multiculturalidad. Lo que parece claro es que, lejos de ser una cuestión cerrada, la identidad cultural esta en continua evolución, en un diálogo constante entre las diferentes sensibilidades presentes en la sociedad.
En la exposición permanente de L'ETNO, No es fácil ser valenciano/na proponemos reflexionar entorno a estas cuestiones tomando como referente la sociedad valenciana, desde el fin del mundo preindustrial hasta nuestros días. La exposición se ha organizado en tres ámbitos y en cada uno se aborda un tema: la Ciudad, donde se plantean cuestiones que tienen que ver con la tensión entre lo global y lo local; las Huertas y los Marjales, donde se habla de algunos estereotipos sobre la cultura valenciana; y el Secano y la Montaña, donde se hace referencia a temas poco conocidos de las tierras del interior valenciano.